09Las verrugas son unas pequeñas protuberancias cutáneas que pueden afectar a cualquier persona. Aunque pueda parecer lo contrario, existen distintos tipos de verrugas dependiendo de su forma y de su origen. De manera general no suelen suponer un problema, pero sí pueden causar molestias con el roce o resultar antiestéticas. Hay ocasiones en las que desaparecen por sí solas y otras en las que se pueden y deben eliminar. A continuación, vamos a ver si existen tipos de verrugas malignas, cuándo es posible quitarlas y qué tratamientos hay disponibles para ello.
¿Qué son las verrugas y por qué aparecen?
Las verrugas son proliferaciones abultadas que aparecen de manera localizada sobre algunos puntos de la piel, especialmente aquellos que están más expuestos. Pueden tener diversas formas y texturas y son muy frecuentes en toda la población. Estas lesiones se producen a causa de la infección por el Virus del Papiloma Humano (VPH) y en la mayoría de los casos son benignas, aunque pueden resultar molestas, especialmente si se ubican en zonas que soportan peso, como los pies, o en otras donde están sometidas al roce continuo.
Las verrugas pueden presentarse en cualquier momento, aunque son comunes durante la infancia. El contagio se origina mediante el contacto directo, bien con la persona infectada o bien a través de toallas, joyería u otros objetos que hayan sido utilizados por alguien con el virus. Además, debido a la fricción con la ropa, se puede propagar a otras partes del cuerpo en una misma persona.
¿Qué tipos de verrugas existen?
Existen diferentes tipos de verrugas que se clasifican según su forma y el lugar del cuerpo sobre el que se desarrollan.
Verrugas comunes
Son las más frecuentes. Se presentan como pequeñas elevaciones rugosas, de color carne o grisáceo. Es habitual que aparezcan en zonas que padecen traumatismos y heridas, de ahí que sea usual verlas en dedos, rodillas o codos. De hecho, es uno de los tipos de verrugas en las manos más extendido. Suelen medir entre 2 y 10 milímetros y tienen una forma redondeada u ovalada.
Verrugas filiformes
Tienen un aspecto alargado o fino, como pequeños hilos que sobresalen de la piel. En concreto, sus zonas predilectas son los párpados o los labios. La buena noticia es que se pueden eliminar con facilidad.
Verrugas palmares y plantares
Como su propio nombre indica, aparecen en la palma de las manos y en la planta de los pies. Son duras, planas y muy molestas porque todo el peso recae sobre ellas al andar o al permanecer de pie, lo que puede llegar a generar dolor. Cuando se manifiestan en grupo, se las conoce como verrugas en mosaico. Dada su localización, se suele recomendar la eliminación de verrugas.
Verrugas planas
Estas verrugas son pequeñas, de textura suave y aparecen ligeramente elevadas sobre la piel. Su color es parecido al de la dermis, aunque pueden tornarse rosadas o amarillas. Es uno de los tipos de verrugas en la cara y verrugas en el cuello más habituales. Además, se contagian fácilmente, de ahí que suelan presentarse en grupos.
Verrugas genitales
Se dan en las zonas húmedas de los genitales: en las ingles, en el área perianal y en el resto de mucosas. Estas verrugas se manifiestan como pequeños bultos del mismo color de la piel, cuya forma se asimila al de una coliflor. Su transmisión es de origen sexual y siempre es recomendable que las evalúe un especialista. Algunos subtipos pueden no ser benignos, por lo que la atención médica es crucial.
Verrugas subungueales y periungueales
Se localizan debajo o alrededor de las uñas, tanto de las manos como de los pies. No son uno de los tipos de verrugas más frecuentes, pero suelen ser dolorosas y difíciles de eliminar.
¿Qué tratamientos existen para eliminar las verrugas?
Aunque algunas verrugas desaparecen de forma espontánea con el transcurso del tiempo, hay algunos tipos concretos que, o bien por su ubicación o bien por los problemas que causan, puede aconsejarse su extirpación o eliminación. Existen varios métodos, pero lo cierto es que la elección del más apropiado será resultado de la valoración de la lesión por parte del profesional.
Entre los tratamientos disponibles, los más habituales son los siguientes:
- Ácido salicílico: tratamiento tópico que ablanda la verruga de manera progresiva. Puede ser aplicado por el propio paciente, pero suele requerir constancia.
- Crioterapia: procedimiento ambulatorio que congela la lesión y la destruye de manera rápida y eficaz.
- Plasmage: técnica no invasiva que se basa en el uso de plasma fraccionado. Permite eliminar las verrugas de manera precisa y sin dolor.
- Láser CO2: método con el que se vaporiza la verruga con gran precisión y sin afectar los tejidos cercanos. Suele emplearse en lesiones visibles como las que aparecen en el rostro o en el cuello.
- Extirpación quirúrgica: se utiliza en casos concretos o cuando se requiere analizar el tejido en el laboratorio.
Si una verruga produce molestias, duele o genera dudas, consulta a un especialista que pueda evaluarla. En Clínica Menorca tienes profesionales que la valorarán y te proporcionarán los tratamientos más adecuados para deshacerte de ella.